"El cobalto es un oligoelemento esencial para el cuerpo humano y puede ocurrir en formas orgánicas e inorgánicas. La forma orgánica es un componente necesario de la vitamina B12 y juega un papel muy importante en la formación de aminoácidos y algunas proteínas en las células nerviosas, y en la creación de neurotransmisores que son indispensables para el correcto funcionamiento del organismo. Su exceso o deficiencia influirá desfavorablemente en él. Las sales de cobalto se han aplicado en medicina en el tratamiento de la anemia, así como en el deporte como una alternativa atractiva al dopaje sanguíneo tradicional. Las formas inorgánicas de cobalto presentes en forma de iones son tóxicas para el cuerpo humano y cuanto más tiempo se almacenan en el cuerpo, más cambios provocan en las células. El cobalto ingresa al cuerpo de varias maneras: en primer lugar, con los alimentos; en segundo lugar por el sistema respiratorio; tercero, por la piel; y finalmente, como componente de biomateriales. El cobalto y sus aleaciones son componentes fundamentales en los implantes ortopédicos y se utilizan desde hace unos 40 años. La corrosión del metal es el principal problema en la construcción de implantes. Estos iones metálicos liberados pueden causar reacciones inflamatorias y de hipersensibilidad de tipo IV, y alteraciones en el modelado óseo que conducen al aflojamiento aséptico y al fracaso del implante. Los iones de cobalto liberados de la superficie del implante son absorbidos por los macrófagos presentes, que están involucrados en muchos de los procesos asociados con la fagocitosis de partículas de biomateriales ortopédicos y liberan mediadores proinflamatorios como interleucina-1 (IL-1), interleucina-1 6 (IL-6), factor de necrosis tumoral α (TNF-α) y prostaglandina" [1].
El Cobalto es necesario en el proceso de absorción y utilización de la Vitamina B12. Por ello, la administración de Cobalto en muchos de los estadios de anemia debido a deficiencia de Vitamina B12 mejora la debilidad general, la somnolencia y los síndromes de fatiga crónica. El Cobalto también se emplea en casos de dolores abdominales, espasmos de las arterias o venas, la hipertensión arterial y en algunos casos de alergias y migrañas [2].
"En general, el riesgo de adquirir toxicidad por cobalto del medio ambiente es relativamente bajo debido a la minúscula cantidad de cobalto presente. Las exposiciones ocupacionales de alto riesgo incluyen a aquellas personas que trabajan en las industrias de minería, fundición y refinación de metales. Adicionalmente, el envenenamiento por cobalto puede verse como resultado de súper aleaciones en implantes ortopédicos, radiación ionizante, exposición ocupacional y rara vez como estabilizador de espuma en la cerveza. El envenenamiento por cobalto puede manifestarse por una amplia gama de efectos sistémicos. Al evaluar la miocardiopatía o la enfermedad pulmonar intersticial del paciente, especialmente en pacientes con antecedentes de exposición ocupacional o quienes recibieron reemplazos de cadera o rodilla donde se usó una aleación con cobalto como injerto siempre se debe considerar la posibilidad de envenenamiento sistémico por cobalto y se debe realizar un estudio" [3].
Una manera rápida para detectar las concentraciones de oligoelementos en nuestro cuerpo se realiza tomando una muestra de cabello y enviándola a un centro especializado para el estudio de la cantidad de oligoelementos presentes en ellos. Sin embargo, es un examen de alto costo económico porque generalmente hay que remitirlo a Estados Unidos, en particular a Phoenix, Arizona, al Centro del Dr. Larry Wilson.
Si los niveles de cobalto se encuentran muy bajos recomendamos administracion de las sales homeopáticas de cobalto.
Si por el contrario los niveles de cobalto resultan ser elevados como en el caso de intoxicación por cobalto recomendamos Causticum Complex.
Referencias
[1] Czarnek, K., Terpiłowska, S., & Siwicki, A. (2015). Review paper: Selected aspects of the action of cobalt ions in the human body. Central European Journal of Immunology, 40(2), 236-242. https://doi.org/10.5114/ceji.2015.52837
[2] Insignares Carrione, E. (2012). Manual Práctico de Terapia Homeopática. (Décima edición). Bogota, Colombia: Magnofarma
[3] Sheikh, I. (2016). Cobalt poisoning: A comprehensive review of the literature. Med. Toxicol. Clin. Forens. Med, 2(2).
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Vías de ingreso los iones de cobalto en el cuerpo tomada de [1]