El Ojo-de-Tigre (Tiger Eye) es conocida como la piedra de la claridad, atrae la alegría y el optimismo, mejora la claridad de pensamiento, balancea las energías del Ying y el Yang, ayuda a resolver problemas de una forma clara y objetiva, cura las heridas psicosomáticas trasmutando los miedos y la ansiedad.
El Ojo-de-Tigre despeja la mente, aborda los problemas de autoestima, autocritica y bloqueo de la creatividad, fomenta la asertividad, permite reconocer talentos y debilidades permitiendo introducir cambios a la personalidad.
El Ojo-de-Tigre diferencia el pensamiento teñido por el deseo y lo que uno realmente necesita, ayudando a reconocer las necesidades de los demás. Ideal para usar en el segundo vórtice o centro energético Svadhisthana ubicado en el centro del abdomen y en el tercer vórtice o centro energético Manipura, ubicado dos centímetros más arriba del ombligo.
El Ojo-de-Tigre se trata de encontrar el equilibrio, moviéndose con gracia a través de los altibajos de la vida con clase y poder. El desequilibrio puede comenzar en la mente. Tus pensamientos no son tus amigos. Te venderán, te robarán tu brillo y te arrastrarán a través de tu proverbial jardín Zen, sangriento y maltratado, si los dejas. Al usar una manilla o tobillera puedes permitir que el Ojo-de-Tigre ponga en forma tus pensamientos y te ponga en un camino hacia el éxito espiritual.
Las emociones son otra historia. Pueden tirar de ti en tantas direcciones diferentes que te quedas en un solo lugar: atascado. Cuando los celos, el orgullo, la vergüenza y el miedo oscurecen el horizonte, el Ojo-de-Tigre puede ser un machete centrado y enérgico que despeja un camino a través de la jungla de tus emociones.
El Ojo-de-Tigre, una variedad de cuarzo marrón dorado, es bien considerada como una piedra para hacer dinero. Una pequeña lección de economía: a las personas productivas se les paga. Si estás atascado en la mente o en el estado de ánimo (ver arriba), ¡sártalo, gatito! Usa Ojo-de-Tigre para arrojar luz sobre la bestia creativa y valiente que hay dentro de ti, porque cualquier cosa que valga la pena hacer vale la pena con un rugido.